martes, 11 de noviembre de 2008

Recorrido en el tren

Las verdades no existen, sólo hechos o sucesos incuestionables. Si todo sale como lo espero deberiamos de estar andando a las 4:00 pm, ni un segundo menos ni un segundo más. Ya llegada la hora podré escuchar el sonido de la locomotora y sentarme allí sólo observando el lindo paisaje. Lo que me espera. Un gran viaje será. Un escalon tras escalon subio Tomas. Subio el tren y este como era de costumbre hizo su gran sonido loco de locomotora. ¿Dónde estará Marion y Beatriz? Deben de estar en el asiento de primera clase. Tomas caminó hacia allá y se encontró con dichas mujeres mencionadas enteriormente. ¿Ya debe de ser la hora de cenar o no?, las invito, dijo Tomas. Encantadas las dos mujeres se dirigieron con una mirada cautelosa y amble. Ya debe de estar por salirse de ese trabajo, lo tendrás solo para tí Marion, dijo Tomas. Sí, por supuesto, dijo Marion. Sólo unos meses mas y la agonía cesara. Mas bien mi agonía. ÉL sólo piensa en el y en sus inversiones, dijo Marion. Sí, por supuesto dijo Tomas. Pero que perdida de tiempo Marion, esperar a un hombre que no te quiere de verdad , dijo Beatriz. Él me ama como todo lo que se puede amar grandiosamente. Debo de confesarte algo , Marion. Eh, vayamos mis damas al bar les tengo algo preparado, dijo Tomas. Ya no puedo esperar más esto, debo de ser sincera y mala a la vez, debo de confesar de que me gusta Frank, todo me recuerda a él, incluso tú, tu mirada indiferente y despota. Todo eso. Brp.

Fin

El castillo y el señor

A lo lejos
diviso un hombre
destellos de sol
extraño señor
sólo un cuandro
mío ese hombre
el pájaro
ruiseñor el cantante mi señor
te amo mi señor
un sillon
un castillo
y en él
el hombre apuesto sentado allí
ese cuadro
como un toro
en una pieza de un castillo
embrujado como un vampiro


El castillo y el señor